jueves, 25 de abril de 2013

Castillo de Lorca.

Conocemos algunos maestros que trabajaron en ella, como Domingo Aparicio a finales del siglo XIII, o Pedro Monzón y Pedro Gil de Briviesca a comienzos del sigo XV. La otra torre que permanece en pie, la del Espolón o Esperón, está situada en el extremo occidental, y su interior se articula en dos plantas cubiertas con bóvedas de crucería, cuyos nervios descansan en pequeños capiteles de esquina decorados con motivos vegetales y antropomorfos; en sus cimientos se encuentra un amplio aljibe abovedado. Existía otra torre, hoy perdida, con el nombre de Guillén Pérez de Pina. Fortaleza inexpugnable, nunca, a lo largo de su historia, cayó al asalto, siendo capturada siempre a través de negociaciones y pactos previos. En el siglo XVIII se hicieron cambios en los murallones situados entre las dos torres preparándolos para piezas de artillería. El 4 de junio de 1931 se declara al castillo de Lorca, y en especial a su torre Alfonsina, Monumento Histórico Nacional. Y el 5 de marzo de 1964 se declaraba Conjunto Histórico-Artístico al casco antiguo de Lorca, englobando el Castillo-Fortaleza. Se publicó en el B.O.E el 16 de marzo de ese mismo año, y ha sido el primero de la Región de Murcia con esta distinción.

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